Breve historia de la raza Italian Greyhound- Piccolo Levrieri Italiano- Galgo Italiano
Creo que existen pocas razas caninas que hayan tenido tantas representaciones en el arte (Giotto, Paolo Ucello, Giovanni Tiepolo, entre otros), Fue cantado por el famoso poeta francés Alphonse de Lamartine y descrito en “Madame Bovary” de Flaubert.
A lo largo de los siglos fue amado por numerosos grandes de la historia como: Federico II de Suabia, los Visconti, la familia Este y los Medici, Luis XI °, Carlos VIII y Carlos IX, Luis XIII y el Resoluto hasta Federico el Grande de Prusia.
Establecer una fecha del origen del Italian Greyhound o Piccolo Levrieri Italiani, tal es su nombre en su país de origen, sería remontarnos a épocas de la Edad de Bronce, de Egipto (3000ac) donde aparecen esqueletos de un pequeño galgo, cuya forma de los huesos de ese esqueleto y sus medidas demuestran ya en el 3000 a. C. había pequeños veltri. Desde Egipto pasó a Grecia (perros de Laconia, eran verdaderos pequeños galgos) y de allí a Roma.
Para no hacer tan extensa la historia, abreviaré diciendo que después de la Segunda Guerra Mundial fue una época fatal para la raza (como considero lo fue para otras tantas) y fue en la década de 1950 el renacimiento del Piccolo Levrieri Italiani con la creación en 1956 del Club de la raza y la Condesa Maria Luisa Incontri (Allevamiento Del Calzioni) trabajando conjuntamente con criadores de Austria, Alemania y Francia quienes reanudaron y desarrollaron la misma.
Hasta aquí un breve resumen de la historia en Europa.
Desde ya agradezco el aporte que hicieron tanto en escritos (lo cual yo abrevié) como en fotografías a los propietarios de los Criaderos Do Br. Reino de Brasil y Etrurian Velvet de Italia.
Hablemos de las características de la Raza
Cuando alguien me pide que defina a la raza, digo: ¡!“ es el prototipo de la elegancia, gracia y distinción!!” Su elegancia lo distingue, sus formas, sus líneas aerodinámicas que lo definen para correr. Asombra ver su ligereza y velocidad que alcanza para su tamaño, aproximadamente 40/42 km por hora en un tamaño máximo de 38 cm y 5 Kg (tal como fija el Standard Oficial de la raza). Con una gran vista pero también olfato, ha cazado durante miles de años.
Su perfil que a veces recuerda una S, y el particular movimiento alto lo hacen característico. Debe parecer un galgo pequeño pero nunca debe parecer un Whippet ni por su forma de llevar la cabeza ni por sus proporciones y mucho menos parecer un Pinscher miniatura.
Su andar danzante o bailarín su cabeza siempre en alto le da ese toque tan especial y característico. Como me dijo un gran amigo cinófilo: es un artista del movimiento!
Nunca debe confundirse su paso alto, (avance de su tren delantero acompañado con el impulso del tren posterior) con el hackney. Lo aclaro porque es común que se confunda.
Es una raza longeva, en mi caso he tenido hasta de 18 años que ha sido la más longeva en casa, diría que es común ver de 14 años y llevados excelentemente bien.
En cuanto a los cuidados si nos referimos al pelaje, lleva muy poca trabajo pero sí hay que prestar atención a los dientes que deben ser cepillados preferentemente semanalmente como mínimo y que el veterinario controle anualmente si no es necesaria una limpieza más profunda.
En cuanto al temperamento es reservado por naturaleza con los extraños (como todo galgo) pero profundamente cariñoso con sus dueños.
A pesar de la timidez, en jauría pueden ser agresivos entre ellos existiendo siempre uno dominante.
Son juguetones y más de cachorros, aman correr y saltar por lo que hay que prestar atención a los cuidados que esto requiera en las casas donde se incorpore un Italian. Es común verlos saltar sin tomar carrera hasta 1,60/1,70.
En general los lebreles son sensibles en cuanto al trato referente a la educación y adiestramiento, esto no debe hacerse nunca con violencia ya que luego llevará el doble de trabajo. Son inteligentes y con paciencia y el merecido “premio” se logran excelentes resultados.
Dolores Aubone
NEWCASTLE KENNEL